Mano de Tyr
Formación Internacional Cecilio Andrade ®
martes, 24 de enero de 2023
Ese maravilloso kilo y “poco” de gelatina e incógnitas... su cerebro... ¿táctico?
domingo, 15 de enero de 2023
Hablemos de Historia, historias e historietas… también de maestros, artistas y monos malabaristas… que de todo hay en la viña...
domingo, 8 de enero de 2023
Toca dar una explicación de algo y dejar que el mundo siga…. Al menos una parte.
Nota muy corta (o quizá no) por Cecilio Andrade.
Con seguridad la nota de hoy generará tres reacciones. A saber:
- ¡¡¡Por fin!!! Ya era hora que lo reconocieras, capullo.
- Vaya, qué lástima, me gustaba su trabajo.
- ¿Y eso qué? ¿A quién le importa lo que hace o deja de hacer? Por cierto… ¿quién es?
En los tres casos, con toda seguridad, las reacciones habrán sido extremas… es lo que hay, y no hay más.
El último curso privado operativo o de armas que impartí en España ya tiene 15 añitos de terminado, no recuerdo si fue el de la Semana Táctica que impartí en Almería con Eduardo de de Cobos y José María Bautista, o en Madrid con Javier Pecci de padrino. Al año siguiente recién regresado de Afganistán decidí solicitar una excedencia para trabajar primeramente en un proyecto de seguridad avalado por la ONU y finalmente acabar como freelance por un total de 13 años.
Desde entonces, fuera de trabajos con universidades, instituciones y gobiernos, con los controles administrativos correspondientes, no he hecho ningún trabajo práctico ni operativo, o cursos si lo prefieren, salvo una semana por año desde el 2014 al 2018 en Algeciras, en el enormemente exitoso evento solidario, importante ese detalle, que tuve el privilegio de coordinar con el permiso de Auxi y Domingo en primera instancia, y de todos los que decidieron subirse con valor a un carro endeble en su origen, pero sólido y firme en su resultado final.
En tan solo 5 años logré, permítanme un golpe de pecho y ego, después de todo la nota versa sobre mi propia justificación, logré, decía, mis cuatro objetivos primordiales.
- Aportar a una asociación en beneficio de familias con niños con cáncer, “Por una Sonrisa”, tanto desde el aspecto económico como en el de compartir y arropar a los seres humanos que allí nos encontramos.
- Dar cursos, talleres y monográficos de máximo nivel y calidad a precios accesibles para profesionales armados y de seguridad.
- Dar a conocer a instructores españoles muy capaces hasta entonces desconocidos y a los que en algunos casos tuve que obligar, pese a sus amenazas de desmayarse en plena clase, a compartir sus conocimientos.
- Y finalmente dar el empujón y el ánimo para que cada uno generara su propia senda.
Y logré el éxito en cada uno de los puntos. Evidentemente no solo es mi éxito, en este caso como en todos los proyectos que lograron salir adelante, ya sea en mi época militar en los temas de francotiradores, combate urbano y tiro de combate, como en el ámbito privado e internacional, a nivel operativo o de capacitación, ese éxito siempre es la suma de “masas críticas” de voluntades, motivaciones, capacidades e ilusión de lograr la excelencia. Jamás se logra nada sin un equipo motivado y capaz ,empujando cual “muro de escudos” al más puro estilo clásico.
Mi familia misma me llega a reprochar que me preocupo mucho más de empujar y motivar a otros a lograr sus sueños y objetivos que de los míos propios, lo cual no es cierto, ya que mis objetivos de siempre, incluso sin saberlo en mi egocéntrica juventud, era, es, y espero que siga siéndolo hasta el final, empujar a todo el mundo para que logren todo lo que son capaces de ser.
No lo he logrado en todas las ocasiones ni con todos los que me he propuesto, pero tanto en mi tierra natal como en todas las patrias lejanas que me acogieron como un hijo pródigo, puedo decir que he ayudado a muchos a lograr encontrar su senda. La inmensa mayoría son infinitamente mejores que yo en mis mejores tiempos, los que no lo son aún en breve superarán cualquier marca que yo pudiera tener.
Ese es mi orgullo personal, como ven también peco de ego, no soy el mejor en nada, pero puedo decir orgulloso que ayudé a serlo a muchos, y espero me dejen seguir ayudando a esos mismos y a más.
¿A que viene todo esto? No lo nieguen, se lo están preguntando.
Salvo una semana solidaria por año del 2014 al 2018, no he impartido cursos privados en mi tierra natal desde el 2008. No soy competencia de nadie ya que no estoy en “el mercado” desde entonces, no se preocupen por mi, damas y caballeros, puedo confirmar que abandoné una hoja de ruta que ya en realidad no estaba siguiendo desde el 2008. Reconozco, sería hipócrita por mi parte no reconocerlo, que de una forma u otra tenía cierta ilusión, infantil sin duda, de retomar tras quince años fuera de mi tierra el transmitir en casa.
No es posible, sin duda alguna. A día de hoy, salvo apoyos no nominales, a conocidos y amigos de confianza para sus proyectos en España, no hago trabajo académico ni de capacitación en el país. Espero con calma y paciencia poder pasar a la reserva de las Fuerzas Armadas de mi país en breve, cerrando una puerta como creo que la abrí en 1986, con ilusión y cariño, pero sobre todo como una persona profesional y dedicada.
Mientras llega ese momento sigo apoyando a universidades, instituciones, organizaciones y gobiernos fuera de España, sin interferir en nada en el mercado de capacitación local, más allá de, como ya dije, apoyos a amigos muy puntuales. Busco, una vez cumplido mi paso a la reserva nacional, poder dedicarme al completo a proyectos con esas mismas universidades, instituciones, organizaciones y gobiernos.
¿Seguiré escribiendo? Si, es mi forma de transmitir y una cierta forma de calmar un ansia interna de transmitir y motivar. Seguiré investigando, seguiré estudiando, analizando y llevando al público mis conclusiones, no para convencer a nadie, solo para que alguien recoja esas migajas de datos y finalmente haga algo útil con ellas.
Lo que deseo dejar muy claro es que siempre he seguido una máxima de mis tiempos mozos, “se parco en palabras y que los hechos hablen por ti”, pese a lo cual a veces toca explicarse con detalle y precisión.
Como me ha tocado hacer ahora… gracias, damas y caballeros.
Cuídense y cuiden de los suyos.
miércoles, 14 de diciembre de 2022
Cumpleaños y agradecimiento.
miércoles, 23 de noviembre de 2022
La incongruencia de estar totalmente pendientes de cómo nos ven sin ser capaces de enfocar la atención en el aquí y ahora... en el momento vital.
Cuídense y cuiden de los suyos.
domingo, 9 de octubre de 2022
Recuerden siempre la necesidad de atención y enfoque versus la necedad de vivir distraídos.
lunes, 3 de octubre de 2022
Luchando por sobrevivir y la importancia de "sentir o no sentir..." he ahí la cuestión como dijo Shakespeare... o casi.
Nota corta por Cecilio Andrade.

miércoles, 21 de septiembre de 2022
¿Multitarea en el empleo eficaz y seguro de las armas? ¿Por qué nos encanta complicarnos tanto?
¿Multitarea en el empleo eficaz y seguro de las armas? ¿Por qué nos encanta complicarnos tanto?
Nota corta, aunque quizás no tan corta, por Cecilio Andrade.
La solución a lo expuesto en el título de la presente nota corta, los problemas del empleo eficaz y seguro de las armas, es tan simple que sorprende que haya que comentarlo. Lo primero es obviamente aprender la técnica correcta, tras lo cual podremos afianzarla con un entrenamiento inteligente, autodisciplina y constancia. Solo entonces es posible trasladar todo lo adquirido a la realidad de las circunstancias. Proceso que necesita cubrir el primer punto con una guía experimentada, el segundo con una férrea voluntad de esfuerzo por parte del alumno, y el tercero con una más férrea aún voluntad de vencer.
Nada que realmente valga la pena se consigue sin esfuerzo, trabajo y dedicación. Pero cuando hablamos de salvar vidas, la propia para empezar, la conclusión es más que evidente, no es un juego, por más que en algunas ocasiones podamos unir diversión al aprendizaje. Quien no esté dispuesto a trabajar duro, y frustrarse en muchas ocasiones, que no espere gran cosa más allá de lo que el azar le proporcione.
Lo he repetido una y otra vez, en cursos, seminarios, conferencias y charlas, es de obligado cumplimiento que el ego dominante y destructor, no confundir con el que va de la mano de la sana autoestima, debe quedar fuera de cualquier ecuación de aprendizaje y crecimiento. Aquello que no se mide, con una crítica objetiva en este caso, no genera aprendizaje, sin el cual simple y llanamente no puede existir avance ni mejora.
Quizá lo recuerden de haberme leído o escuchado, pero resumiendo todo hasta un punto que lo haga más sencillo de analizar, pese a no ser del todo exacto, la mente tiene una forma de reconocimiento consciente y otra subconsciente.
En la función consciente, volviendo a ser muy simplista, se manejan las situaciones que se salen de lo rutinario, permitiéndonos estar atentos a los potenciales y posibles imprevistos, pero encarando cada situación de una en una.
Tras leer lo anterior les acaba de pasar por la cabeza un pensamiento, “este tipo está muy equivocado, yo puedo realizar varias cosas a la vez sin problema alguno”.
¿A qué lo han pensado?
No mientan, lo han hecho.
Lo que en realidad hace su mente es repartir pequeñas fracciones de tiempo de atención para cada cosa, lo que nos da esa sensación de simultaneidad. Mientras lo exigido no sea muy complicado todo va bien, el problema surge cuando el grado de atención de cada acción exige una fracción mayor de un tiempo más que limitado. Sobre todo si hablamos de trabajo real con armas.
Les propongo un experimento tan aparentemente sencillo como frustrante, al menos para mi lo es, encadenando cuatro ejercicios “facilísimos” a modo de multitarea.
- Llene dos tazas con su bebida caliente favorita.
- Pónganle un poco de azúcar, pero no mucho, ya saben que no es bueno el exceso,
- Coloque las cucharillas correspondientes en cada taza.
- Ejercicio uno: Comience a girar ambas cucharillas en el mismo sentido, por ejemplo ambas a la derecha.
- Ejercicio dos: Tras controlar ese movimiento, y sin dejar de hacerlo, ahora golpeé el suelo con el talón del pie derecho, por ejemplo, al ritmo que guste.
- Ejercicio tres: Cuando ya domine los dos movimientos anteriores pase a utilizar ambos pies, con el ritmo, también por ejemplo, de dos golpes del talón derecho y uno del izquierdo, de forma continua y repetida, obviamente sin dejar de girar simultáneamente las cucharillas hacia la derecha en ambas bebidas.
- Ejercicio cuatro: Recite “a Cuesta le cuesta subir la cuesta, y en medio de la cuesta, va y se acuesta”.
- Si no ha derramado las tazas deje de hacer todo lo anterior y llévelas con su pareja para tomárselas mientras se ríen juntos de lo que acaban de comprobar… somos torpes.
No es posible la multitarea eficaz y segura trabajando con la función consciente de nuestra mente, para ello necesitamos trabajar con el subconsciente, y aquí debo hacer una anotación.
Los términos subconsciente e inconsciente tienden a usarse muy a la ligera como sinónimos de un mismo concepto. Algo que lleva a errores de aplicación y comprensión. Permítanme de nuevo una explicación tan básica y simple que un purista puede acusarme, con cierta razón, de estar equivocado, pero que aun así nos ayuda a comprender el contexto de ambos términos interrelacionados pero no sinónimos.
- El inconsciente maneja todas las rutinas, gestos y funciones automáticas como caminar, girar la cabeza, masticar, respiración, bostezo, parpadeo, latidos del corazón, etc.
- El subconsciente maneja todas las miles de cosas que nos permiten desarrollar y potenciar destrezas y habilidades, y que de forma general se consideran reflejos adquiridos.
Recuerden esa fase de su vida donde como conductores nóveles, con un vehículo de cambio mecánico, debían “mover” la dichosa palanca de primera a segunda o de tercera de nuevo a segunda. ¿Qué hacían? Conscientemente luchaban por recordar los pasos correctos de acelerar o frenar para tras presionar el embrague mover de forma fluida la dichosa palanquita. Mientras intentaban pensar en hacer todo eso de forma exacta, inconscientemente sus nervios generaban estrés, sudor, hiperventilación y exceso de tensión muscular. Obviamente todo ello agravado si llevaban pasajeros, después de todo a ninguno nos gusta ahogar el motor ni salirnos de la calzada dando esa imagen de torpe al volante que en realidad todos éramos en esa época, y que algunos aún seguimos siendo pero que ya no nos importa mostrar.
Con el tiempo y práctica ya no se piensa en todo lo anterior, convirtiéndolo en un reflejo adquirido subconsciente del que ya ni nos damos cuenta, salvo situaciones muy puntuales y concretas. Es entonces que aprendimos como pasar a la zona automática para que nuestro cerebro grabe esas rutinas que de forma subconsciente se repiten sistemáticamente. Las hemos trasladado de la zona consciente a la subconsciente.
Ahora, después de no hablar de ellas en toda la nota no tan corta, apliquen todo lo explicado al trabajo real con armas, con todos sus condicionales físicos y mentales… ¿a qué es sencillito?
Cuídense y cuiden de los suyos.
miércoles, 14 de septiembre de 2022
El tamaño si importa, en este caso al menos, cuando hablamos de armas largas.

sábado, 3 de septiembre de 2022
La importancia de comprender, practicar e interiorizar las técnicas correctas.
La importancia de comprender, practicar e interiorizar las técnicas correctas.
Nota corta por Cecilio Andrade.
El combate, en todas sus versiones, situaciones y posibilidades, requiere una serie de mecanismos internos imprescindibles para un buen desempeño, Todos estos mecanismos internos contrariamente a lo que se cree son adquiridos, pero se apoyan en unos cimientos innatos e instintivos inapelables. Es decir, debemos saber como reaccionaremos de forma innata para aprender a redirigir estos impulsos hacia la respuesta o acción más correcta para la supervivencia.
Nadie, de nuevo contrariamente a lo que se cree, nace con la habilidad innata de disparar “palos de trueno”. Con la habilidad de golpear de cualquier forma y con cualquier herramienta si nacemos la mayoría, ya que incluso empleando armas blancas no son más que extensiones de nuestros miembros naturales. Pero al disparar un arma de fuego sufrimos fogonazos, retrocesos, estampidos y exigencias de control fino, por si un combate ya fuera poca cosa. Nadie nace preparado para este tipo de “agresiones”, por lo que para manejarlas y sacarles ventaja debemos aprender a conocerlas perfectamente y acostumbrarnos deforma correcta a ellas.
Lo natural es tratar de huir de las situaciones potenciales de riesgo lo más rápidamente posible, para protegernos y evitarlas si es factible. Este software instintivo viene programado desde antes del nacimiento incluso, con el cual cuando identificamos una fuente de riesgo de cualquier clase, actuará el reflejo que, en el mejor de los casos, nos ponga a salvo. Todos los seres vivos poseemos este instinto de protección de reaccionar ante estímulos ofensivos.
- Si resbalamos o nos empujan generamos resistencia para conservar el equilibrio.
- Ante un resplandor cerramos los ojos.
- Con un sonido fuerte tendemos a contorsionarnos de curiosas formas.
Es obvio que cada ser humano es un caso único de circunstancias, capacidades y talentos, donde algunos vienen con más posibilidades que otros. Pero atentos al detalle y mucho cuidado con el mismo, el talento es sólo una mínima parte de un todo. Sin la motivación de una meta real, sin la disciplina de una personalidad firme, sin un trabajo técnico correcto e inteligente, sin el esfuerzo continuo de mejora, es imposible generar unos resultados sólidos. Cualquiera puede tener un día afortunado, después de todo un reloj estropeado dará la hora correcta dos veces al día, pero solo quienes trabajan y se esfuerzan están verdaderamente más cerca del éxito y de la supervivencia.
El profesional armado o el legítimo usuario con poco o nulo entrenamiento, sin importar la edad, los años de servicio o la “experiencia” adquirida en charlas de bar y con los repetidos visionados de “Harry el sucio” así como las distintas versiones de Youtube Academic Tactic-Cool, buscará vencer con el desconocimiento de la aplicación correcta de los reflejos que mencionaba.
- Cerrará los ojos.
- Encogerá el cuerpo.
- Tensará todos los músculos posibles.
- Doblará la muñeca que empuña.
- No enfocará correctamente.
- Se auto-asfixiará ya sea por dejar de respirar o por hiperventilar.
- Se bloqueará y negará a reconocer que este realmente en combate vital.
En definitiva, buscará salir como sea del “lío” en el que se encuentra. Pero todos los reflejos reseñados hacen que cualquier proceso a nivel técnico que no haya realizado de forma correcta y repetida con anterioridad, sean ya imposibles en el instante en que está ejecutando su disparo.
He visto a muchos profesionales y veteranos que aun después de muchos años cometen errores aparentemente mínimos, pero letales en una situación de combate. Por ejemplo, cierran los ojos en el momento del disparo y balancean la muñeca anticipando el retroceso del arma.
Independientemente de la experiencia y veteranía todos debemos lidiar con diferentes inconvenientes cuando estamos bajo presión vital. La verdadera diferencia entre alguien correctamente entrenado y otro que no lo está, es que los primeros cometen errores más pequeños, más sutiles y con menos frecuencia. Pero lo cierto, nos guste o no reconocerlo, es que el error siempre formará parte de todo proceso.
Es por ello que es de suma importancia comprender, practicar e interiorizar las técnicas correctas con el objetivo de alcanzar la preparación necesaria y la ejecución precisa que se requiere para salir indemne de un combate.
Cuídense y cuiden de los suyos.