domingo, 31 de marzo de 2024

Empuñamiento, presión del disparador y ritmos de SA, DA, DAO... detalles, detalles y detalles.

 Empuñamiento, presión del disparador y ritmos... detalles, detalles y detalles.

Por Cecilio Andrade.


Cada vez que hablo, ya sea en clases o conversaciones más o menos informales, del empuñamiento respecto a las dos manos, siempre surgen quienes defienden que cada cual tiene su “estilo” y no es necesario entrar en detalles. 


Lo cierto es que la importancia de este punto bien merece un artículo más o menos "largo" que apenas nadie leerá, habiendo videos de menos de un minuto en tiktok, y si publico las siete páginas de mi manual personal sin duda ya será demasiado que leer en el mundo actual de “memes” de una frase corta y palabras bien sencillitas… 


Vaya… me salió la vena sarcástica… y yo que pensaba que la tenía bajo control… mi viejo ego me la sigue jugando. En fin, no me disculpen, asumo el cargo acusatorio, dejaré el texto completo para ese libro que guardo en el baúl de lo posible y/o potencialmente publicable. 


Volviendo al tema que nos ocupa hoy, el empuñamiento a dos manos, ese mismo que para tantos no es necesario analizar ni estudiar, después de todo cada cual tiene unas manitas distintas, y ese cada cual agarra como gusta, y por otro lado si en defensa y en combate el disparo mas importante es reactivo y se dispara a una mano para no perder tiempo… ¿para que tanto tema de enfocarnos en cosas de dos manos que son superfluas? 


Otra vez con el sarcasmo… No aprenderé nunca.


Para los que aún gusten de analizar veamos algunos detalles. 


Es en el punto final del recorrido de los brazos donde el arma quedará, normalmente, empuñada con las dos manos, y mientras con la forma del agarre de la mano principal apenas hay dudas, con el contacto con la de apoyo suelen surgir muchas opiniones más o menos divergentes.


El empuñamiento de la mano principal, como ya quedó explicado en un artículo anterior y algún que otro artículo más largo propio o de plumas más sabias, si se ha hecho correctamente desde el desenfunde es inamovible hasta que el arma regrese a su funda.


La de apoyo, la izquierda normalmente, al entrar en contacto con el arma debe “rellenar” los espacios que quedan libres sobre la empuñadura con el talón y palma, mientras los dedos se colocan sobre los de la mano principal que ya empuñaban el arma. De esta forma se obtiene un bloque uniforme y compacto, sin espacios huecos ni puntos sin superficie de contacto y apoyo.


¿Y con los pulgares qué se puede hacer?


Si se ha colocado correctamente el talón de la mano de apoyo, y sus dedos, el pulgar de forma natural quedará por delante y debajo del respectivo pulgar de la mano principal, con lo cual ambos quedaran paralelos y a su vez a lo largo del lateral de la pistola. Situando exactamente el pulgar de la mano que empuña sobre la tercera falange del pulgar de la mano de apoyo. Todo lo cual facilitará el control del arma por cinco motivos básicos.

    1. Al no dejar espacios huecos el control del arma es más efectivo.
    2. Los pulgares dirigidos al frente facilitan la alineación del arma en dirección.
    3. Ayudando a tener una referencia lineal de la pistola respecto a la muñeca y el antebrazo.
    4. La colocación exacta sobre el primer metacarpiano, lo que de manera incorrecta muchas personas denominan la tercera falange del pulgar, de la mano de apoyo, lo que facilita controlar la recuperación de la alineación en altura tras cada disparo.
    5. Las presiones opuestas en dirección y ángulo de cada mano se contrarrestan y refuerzan mutuamente.

Ya te vale, Cecilio, todo el mundo sabe que eso que describes es para tiro deportivo, en tiro policial y defensivo se cruza un pulgar sobre el otro. Todo el mundo sabe eso”. 

No tengo muy claro eso de que “todo el mundo sabe”, ni si todo ese “mundo” tiene definidos conceptos de biomecánica y propiocepción… sin duda no lo tengo muy claro, la “tecnica” comentada en cursiva genera espacios huecos que desestabilizan el control del arma, ya que producen tensiones laterales que la desalinean de su línea de tiro.


Con estrés, dichas tensiones laterales, se amplían de tal forma que unidas al leve descontrol generado por los espacios huecos creados, provocan errores angulares que llevan a fallar completamente los disparos. Y en muchos casos también afectando al control eficaz del indice de la mano principal. 

Y ahora nos dirás que apoyar el dedo índice de la mano de apoyo sobre el guardamonte del arma también es un error”. 

Bueno, no se si generar mayores errores angulares y descontrol lo deben considerar error. La tensión del momento se transmitirá a través del brazo, mano y por último al dedo, sacando el arma de la línea de tiro. Ahora sumen, espacios, huecos, dedos cruzados, dedo índice de la mano de apoyo sobre el guardamontes….. ni hablemos si le añadimos “gatillazos”, excesiva presión de las manos por estrés…. Etc. 


Detalles, detalles, detalles…. De ahí la importancia de la atención al detalle. 


Ni comentaré el poner el dedo pulgar sobre la muñeca de la mano principal…. Solo prueben para ver cómo queda el empuñamiento, y que defectos detectan. Si deciden disparar así tengan preparado desinfectante para la segunda falange de ese pulgar, es muy probable que les haga falta.


En fin… faltan muchísimos detalles más… pero sería mucho texto… sin duda.


El dedo índice y su ritmo.


Debo reconocer que buscar el ritmo para empuñar un arma, manipularla, disparar con eficacia y precisión, subsanar interrupciones, y todo ello mientras se mueven y analizan el entorno, no solo no es nada fácil sino que el más mínimo error desencadena una cadena de eventos de consecuencias potencialmente fatales. Y por favor, no hablo del ritmo del dedo a la hora de tocar la guitarra o de ponerse un colirio, sino de disparar un arma de fuego.


Moverse sin lograr controlar el disparo es una condena segura, tanto a nivel biológico como jurídico y ético, y por tanto es obligatorio buscar un esmerado control del disparador, del movimiento seguro, del control firme, y todo ello siempre bajo los principios de ritmofluidez y precisión... 


¿Difícil? Quizá. 


Como ya expuse en ensayos anteriores, el punto crítico de un disparo preciso, y probablemente el más importante, es el control del disparador, de la palanca de disparo, o, el término más comúnmente empleado, del gatillo


Un buen control del mismo permite realizar el disparo, o disparos, sin que afecte en modo alguno al seguimiento de los elementos de puntería, presionando hacia atrás sin brusquedades ni presión angular que afecte a la alineación del arma con el objetivo. 


Es muy importante saber que la suavidad da precisión, y que esa suavidad, correctamente aplicada, jamás implica lentitud. Dos son los elementos clave para ese perfecto control.

    • Colocación del dedo.
    • Presión sobre el disparador. 

Buscando la correcta colocación del dedo y la correcta presión del mismo, ni excesiva ni brusca, conociendo que ambas cuestiones dependen de varios factores, siendo uno de los principales el sistema de disparo del arma, ya sea de Simple Acción, Doble Acción, Doble Acción Única, etc. 


De forma general, independientemente del sistema, la colocación del dedo debe permitir una presión totalmente paralela al eje longitudinal del arma, sin provocar la más mínima desviación lateral al presionar. 


Empuñando con la mano derecha, introducir demasiado el dedo suele generar disparos desviados hacia la derecha, por el contrario, si solo es la punta del dedo la que presiona el disparador, el disparo tiende a ir hacia la izquierda. Si el tirador fuese zurdo las variaciones se invierten.


Ahora bien, exactamente ¿qué parte del dedo debe ejercer esa presión?


Según el tipo de arma o, siendo más exacto y correcto, según el sistema de disparo del arma, se apoyará una zona u otra del dedo. 

    • Para armas de simple acción lo más recomendable y común es apoyar el centro de la yema del dedo.
    • Para armas de doble acción, en las que se requiere realizar una presión mayor y más prolongada, lo aconsejable es apoyar sobre la articulación de la primera y segunda falange, también denominadas distal y media o, para los que somos más viejos en recibir esta lección de anatomía, falangeta y falangina. 
    • En armas con sistemas del tipo DAO o similar, al no necesitar tanta presión como en doble acción, pero algo más que en simple acción, se suele aconsejar apoyar la zona entre la yema y la articulación.  

Es evidente que todo lo comentado en el listado anterior debe tomarse de forma genérica y no absoluta, ya que deben considerarse más factores, como puede ser el tamaño del arma respecto a la mano que la empuña, los kilos de presión del disparador, el nivel de adiestramiento del tirador, por nombrar alguno de los principales factores a considerar.


Para el "moderno" cerebro humano, no muy distinto operativamente del de nuestros ancestros homínidos, no olvidemos ese detalle, golpear, lanzar piedras o palos es algo sumamente sencillo, asumible, básico y natural. Pero es evidente que una explosión en el extremo de la mano es algo, cuando menos, antinatural. Es por ello que cuando se dispara el cerebro tiende a buscar alejarse de esa explosión, ya sea cerrando los ojos, encogiendo el cuerpo o tensándolo excesivamente, por nombrar algunas de las acciones más comunes, con las que acaba provocando errores de precisión en los disparos. 


¿Pueden evitarse? 


Sí, entrenando para ir minimizando hasta eliminar esas reacciones con una técnica tan antigua como sencilla, el disparo por sorpresa


Casi el 100% de los tiradores la conocen, se les ha explicado en alguna fase de su adiestramiento aquello de el disparo debe sorprenderte, si bien en la fase de iniciación y precisión pura es fundamental esta técnica, también es útil y ayuda a corregir el instinto erróneo que he comentado.


Una explicación rápida de un disparo por sorpresa aplicado a la corrección comentada:

    1. Comenzamos presionando el disparador.
    2. Notando los clics, los pasos o los saltos del mismo.
    3. Sin detenerse a pensar en ello.
    4. Manteniendo la atención totalmente centrada en los elementos de puntería respecto al blanco, en su correcta alineación.
    5. Aplicando una presión constante, homogénea y suave.
    6. Hasta que en un momento dado...
    7. ¡BANG!
    8. Nos ha "sorprendido" el disparo. 

Compárenlo con la aplicación de un colirio: 

    1. Colocando el pequeño aplicador sobre el ojo.
    2. Primero debemos visualizar el agujero del gotero de forma correcta y centrada.
    3. Tras lo cual se presiona poco a poco.
    4. Hasta que una gota cae por sorpresa en el ojo. 

Si la alineación no es la correcta la gota probablemente no alcanzará el ojo. Pero si se ejerce una presión excesiva o irregular, las gotas, cuando no el chorro, alcanzarán cualquier lugar menos el ojo.


SA, DA, DAO.... ¿en serio?
¿Simple Acción? ¿Doble Acción? ¿Doble Acción Única? ¿Acción Segura? Que sí, que sí... pero ¿qué importa todo eso? Un buen tirador aprieta el gatillo y dispara... lo demás son estupideces.


Todo usuario de armas conoce a alguien, a muchos en realidad, que siempre dispara en S.A., en el seguro y controlado polígono de tiro al menos, siempre. De esta forma es, evidentemente, más sencillo "acertar" al objetivo, cosa que logran con una precisión que les permite luego tomar sus cervezas a cuenta de las apuestas y "retos" ganados a los demás compañeros "menos hábiles". Pero...


¿Es real esa "pericia"  ¿Es lógica? ¿Es coherente?


En el mercado actual existen armas con sistemas de Doble y Simple Acción, D.A. y S.A., armas de solo S.A., y armas de doble acción única, D.A.O


Y de nuevo un "pero", ¿conocemos realmente lo que eso significa? 


Con una arma de fuego es más que evidente que lo primero a saber es si va a portarse con cartucho en recámara, algo coherente con una instrucción y habilidad correctas, o si será necesario  alimentarla en el instante anterior a usarla, con los posibles riesgos de interrupción y retrasos bajo estrés. 


Sistemas SA y DA.


Muchas instituciones prohíben a sus oficiales portar las armas con cartucho en recámara, eso si, solo si es pistola, sea o no de D.A., si es un revolver no existe  impedimento a las 5 o 6 recámaras alimentadas que portan. Curioso cuando menos, forzándome a ser diplomático. 


Por otro lado, la excusa utilizada para prohibir portar cartucho en recámara en las pistolas suele estar basada en una supuesta seguridad, sin darse cuenta que ello puede generar un gravísimo error cognitivo de inseguridad. 


El inconsciente es educado a pensar que las armas deben estar siempre con su recámara vacía, motivo principal de casi todos los “accidentes” con armas de fuego, lo que con un entrenamiento profesional, esmerado, atento y dedicado puede subsanarse. 


Personalmente solo recomiendo esta actitud en usuarios sin entrenamiento, usuarios que si se les educa y entrena de forma adecuada, para portar su arma con cartucho en recámara, no tiene por que generar disparos negligentes y/o involuntarios.

    • Por lo general los mecanismos de D.A.-S.A. en una pistola incrementan el numero de piezas, haciéndola ligeramente más voluminosa que una de S.A. 
    • A nivel operativo el primer disparo en D.A. respecto a los siguientes en S.A., modifican el recorrido del disparador así como su tensión, pudiendo provocar, en tiradores con bajo nivel de entrenamiento, importantes diferencias entre el primer y el segundo disparo. 
    • Lo que suele generar fallar el primer disparo a consecuencia, o más bien con la excusa, de una presión “muy dura” y un recorrido “muy largo”.
    • El segundo disparo lo suelen fallar por el “gatillazo” al cambiar a un recorrido mucho más corto y una presión  mucho menor.
    • Por "todo" ello  suele ser el tercer disparo el que impacte más o menos correctamente como se buscaba, esperaba y debiera.



DAO.


Los sistemas de D.A.O., Double Action Only, doble acción única, nacieron a requerimiento del sector policial principalmente, siendo  básicamente un paso intermedio entre el revólver y la pistola. 

    • Acorta recorridos y tensiones del disparador de D.A. tradicional.
    • Manteniendo siempre la misma tensión y recorrido del disparador para todos los disparos. 

Safe Action.


Un avance de el sistema DAO es el  denominado Safe Action, Acción Segura, de Glock. Sistema a medio camino entre  D.A.O. y  S.A., siendo realmente un D.A.O. "prearmado", permitiendo en cada disparo las mismas tensiones y recorridos más ligeros y cortos que con otros D.A.O., aunque no tanto como en S.A. Al acerrojar, el sistema se tensa en un 40%, con lo que el dedo solo debe completar el 60% restante para ejecutar el disparo.


La necesidad de entrenar.


Tanto las pistolas como los revólveres modernos emplean de forma mayoritaria mecanismos combinados  de D.A.- S.A., lo que hace evidente la necesidad de entrenar empleando casi siempre la D.A. de una forma real, la misma que se utilizaría en caso de una necesidad real de defensa para un primer disparo. Aun así, como ya se comentó al comienzo, todos conocemos compañeros que entrenan irreductiblemente solo en S.A. ya que "es más sencillo acertar al objetivo".


Es muy cierto que el sistema S.A. lleva vigente más de 100 años y con las mejoras en  sistemas de seguridad se ha conseguido que siga siendo una opción muy válida y eficaz. Pero la S.A. única  ya solo suele ya estar presente en modelos modernos de competición y tiro deportivo, pese a lo cual aun quedan "irreductibles" que consideran que todo lo posterior a la S.A. son tan solo “ingeniosas soluciones a problemas inexistentes”.


Cuídense y cuiden de los suyos.

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