domingo, 29 de septiembre de 2024

Ejercicio III. Ejercicio Test de control y adaptación.

 Ejercicio III. Ejercicio Test de control y adaptación.

Por Cecilio Andrade

Algo que ya comenté en trabajos precedentes (pesado de mi) es el porqué el adiestramiento previo tiene tal importancia. Porqué solo la repetición metódica y sistemática de procedimientos y sus secuencias logra convertirlas en acciones instintivas adquiridas, en reflejos. Y si a este trabajo paciente y esmerado le unimos una capacidad de adaptación, más mental que física, todo esto puedo perfeccionarse hasta el punto de hacer a estos reflejos adquiridos tan nuestros como los instintos más atávicos.

Hoy veremos un ejercicio que tiene tal cantidad de variables, aplicaciones, formas de análisis, de estudio que más pareciera un conjunto de ejercicios, todos distintos. La verdad no sabría decirles si es uno solo ejercicio con múltiples variables, o son muchos ejercicios con una misma presentación. Lo cierto es que da igual como se plantee, si buscáramos una palabra para este sencillo ejercicio, sencillo de plasmar pero no de ejecutar, sin duda es “adaptabilidad”.

Control del disparador, del arma, del entorno, de la situación, de las circunstancias específicas, son algunas de las particularidades que este ejercicio desarrolla y potencia. Es uno de los pocos donde hacerlo mal, a propósito o no, puede darnos más información que haciendo un ejercicio perfecto. 

Aplicable en estático, en movimiento, con arma corta, arma larga o ambas, con o  sin tiempo límite, buscando precisión, velocidad, fluidez… deseo les sea útil.

Necesidades.

Son necesarias un mínimo de cinco y un máximo de ocho siluetas tipo IDPA, IPSC antiguas o FBI con sus respectivos soportes. Menos o más siluetas desvirtuarán el ejercicio por defecto o por exceso, según el caso.

La munición puede variar entre 16 cartuchos de la versión más básica, hasta los 32 en su versión más avanzada. Así mismo pueden ser todos del mismo calibre-arma, o una combinación del calibre de dos armas distintas. Ejemplos:

  • Solo con pistola o subfusil ( 9 mm/.40 normalmente)
  • Solo fusil (.223 Rem./5.56 mm, 7.62x39 mm., etc.)
  • Combinación de calibres-armas anteriores.

Necesitamos un timer de forma obligatoria para controlar las secuencias de disparos, ver los intervalos entre cada disparo así como el tiempo total. Estos datos nos permitirán por un lado ver los fallos de control mecánico a corregir, y por otro el tiempo total y los parciales invertidos en el ejercicio. 

Todos estos datos, entre otros deducibles de los mismos, amén de ayudarnos a identificar puntos a potenciar o corregir, también nos permitirán controlar nuestra evolución y la posibilidad de pasar a planteamientos, de este ejercicio básico u otros distintos, más avanzados y exigentes.

Distribución del campo.

Colocaremos las siluetas en una línea, separando cada una nunca más de un metro. Lo aconsejable para empezar es que la separación entre ellas sea del mismo ancho que las siluetas, para posteriormente ir separándolas un poco más sin rebasar jamás el metro. 

Abordamos el primer ejercicio básico colocando al tirador centrado a una distancia de 7 metros de la línea de siluetas.

Partiendo con pistola la distancia más correcta estará en los 7 m, al igual que con subfusil. Con fusil podemos llegar a los 15 metros y no es aconsejable más distancia para comenzar.

¿Por qué no? 

No entrenamos la precisión, buscamos otros parámetros más técnicos y específicos del tipo, como ya comenté, control del disparador y del arma, principalmente. Por ello no es necesario excesiva distancia, puede ser contraproducente en las primeras aplicaciones del ejercicio, e incluso en fases más avanzadas y difíciles no nos dará los datos que buscamos, o estos estarán enmascarados y desvirtuados por otros factores.

Ejecución.

Buscamos siempre un par de impactos al centro de masa de cada silueta en el menor tiempo posible. Recuerden de artículos anteriores “lo lento es suave, lo suave es rápido”. Nunca realicen ejercicio alguno a una velocidad que no les permita controlar su arma y a Uds. mismos. Si corren en exceso y sin control eficaz en entrenamiento, ¿Cómo lo harán bajo agresión y con estrés?

El factor más importante en este ejercicio es controlar el disparador y el arma en su desplazamiento silueta por silueta. Un ejercicio correcto implica que los 16 disparos, dos al centro de masa de cada silueta antes de pasar a la siguiente, fluyan en el mismo tiempo de uno al siguiente. Incorrecto se considerará cuando se detecten pares de disparos (par-lapso-par-lapso-par…), con diferencias de tiempo identificables. Debemos conseguir una secuencia continua, y no pares de disparos, eso demostrará el control, o no, sobre el disparador. 

Unido al control del arma al desplazarse de silueta en silueta nos dará muchos datos sobre nuestra técnica personal y como la aplicamos.

Pese a lo anterior no es desdeñable el realizar un primer ejercicio con pares controlados identificables y conscientes, para tener una actuación de contraste y referencia. Como dije, hacer las cosas de forma menos correcta en este ejercicio nos puede dar muchos datos útiles. Con estos datos ya tenemos un punto de partida para deducir posibles intervalos y cómputos totales. Lo cual nos lleva a repetir la necesidad “sine qua non” del uso del timer para controlar los tiempos parciales y totales.

El ejercicio debe realizarse un mínimo de dos veces seguidas, en la forma que se decida, para poder identificar la homogeneidad en su ejecución, sea esta más o menos correcta. De esta forma podremos contrastar que una determinada acción se repite de manera consistente y forma parte de nuestro procedimiento de actuación. Que esa acción sea correcta o no entra dentro de la fase de estudio, la repetición solo ayuda a identificar homogeneidad y reproducción sistemática de una acción o secuencia de acciones.

Antes de continuar recuerden algo que ya comenté en artículos precedentes, pares muy rápidos por objetivo suelen implicar cambios de objetivo muy lentos.

¿Por qué ese número de siluetas, entre 5 y 8? 

Menos de 5 no nos permitiría identificar con claridad muchos de los factores que deseamos estudiar. Más de 8 siluetas lo desvirtúa al generar un “agotamiento” tanto de atención como incluso muscular. Por regla general suele haber perdidas de ritmo a partir del la silueta 6 por esta razón. Poner más de 8 siluetas nos restaría eficacia de estudio al ejercicio.

Es un ejercicio fácil de plasmar y plantear pero difícil de ejecutar, como ya dije, incluso en su forma más elemental. Su misma facilidad de planteamiento lo hace tan difícil. 

Al no requerir movimientos especiales, posiciones, cambios, modificar sobre la marcha, mentalmente lo catalogamos como fácil, rutinario incluso. Hasta que las acciones de nuestro dedo y manos-brazos nos demuestran que quizás no los controlamos tanto ni tan bien como creíamos. 

De puro “fácil” es un gran ejercicio para controlar nuestro ego de tiradores profesionales capaces de las mayores “proezas”. Y eso es bueno, nos abrirá la mente a muchas opciones y perspectivas que nuestros éxitos quizás enmascaraban.


Variaciones, avances y dificultades.

  • Separar o acercar las siluetas, nunca más de un metro, pero pudiendo solaparse entre ellas, en mayor o menor medida.
  • Alternar ejercicios con varias armas. 
    • Una vez con pistola, analizamos, segunda vez con arma larga, analizamos, y repetimos.
  • Realizarlo la 1ª vez de izquierda a derecha, y repetirlo tras una pausa a la inversa.
  • Como en el caso anterior  pero sin pausa entre la “ida” y el “regreso”.
    • Puede necesitarse, u obligar, una recarga entre una y otra acción de fuego.
  • Igualmente como en los dos puntos anteriores pero realizando dos disparos a la “ida” al centro de masas, y “regresar” con un solo disparo a la cabeza. 
    • Lo perfecto será si se logra realizar la secuencia entre cada disparo igual en ambos casos, algo por otro lado casi imposible, pero si factible de acercarnos mucho.
  • Realizar la primera parte con el hombro o mano principal, y al repetir o regresar (ver los tres puntos anteriores) ejecutándolo con el hombro o la mano de apoyo.
  • Todo con el hombro o mano de apoyo, la menos habitual.
  • “Ir” con un arma, por ejemplo subfusil/fusil, para tras una transición “regresar” con la pistola. O viceversa.
  • Buscar alcanzar solo las zonas “A” de las siluetas.
  • Colocar las siluetas escalonadas en altura. 
    • O con alturas alternas y distintas.
  • El tirador se coloca en lugar de en el centro en un lateral de la línea de siluetas, derecho o izquierdo, para sin moverse del punto realiza el ejercicio. 
    • La variación de distancias y ángulos es bastante importante.
  • Comenzando en uno de los extremos el tirador se mueve en paralelo a la línea de siluetas.
  • Variaciones del punto anterior, con movimiento del tirador, pueden ser:
      • Comenzar el avance y regresando con la misma mano u hombro,
      • Cambiando de mano u hombro, primero con una y regresar con otra.
      • Cambiando de arma, igualmente comenzar con una y regresar con otra.
      • Variar el lado de comienzo del movimiento.
  • Distracciones, sonoras, visuales, interrupciones, cambios de cargador, combinaciones varias, para comprobar que puede mantener o recuperar la  fluidez de la secuencia de disparos deseada.
  • Combinaciones varias de todo lo anterior.
  • Todo aquel añadido que su experiencia y habilidades consideren necesario sin desvirtuar el espíritu de este ejercicio.

Las descripciones están hechas para la gran mayoría de tiradores diestros, los tiradores zurdos pueden comenzar variando el lado que describo. 

Lo cierto es que los resultados finales ideales son que nos sea indiferente el lado con el que comencemos, o nos  afecte lo menos posible.

Seguridad siempre.

En uno de los ejercicios publicado anteriormente abordé el tema del control de la desactivación y activación del seguro manual del arma o armas que empleemos, lo repito por su importancia, lamento ser tan pesado en algunos temas, pero la seguridad bien lo merece. 

En los ejercicios con armas combinadas no es simplemente aconsejable, es ineludible, antes de pasar a otra arma asegurar la que empuñemos en ese momento. Si empezamos con fusil y realizamos una transición a pistola, aseguramos el fusil antes, para una vez realizado el/los disparos con la pistola la aseguramos a su vez (si tiene seguros externos) antes de enfundarla y proceder a tomar el arma larga. 

Esto no es aconsejable, no es recomendable, no es opcional, es obligatorio.

También comentaré la frase cinematográfica de “el seguro es mi dedo”, que de vez en cuando se escucha en labios de determinados tiradores, poquísimos profesionales conozco que se consideren tan seguros como para aplicar esa frase, e incluso, lo crean o no, la mayoría de los mejores y más capaces profesionales usan los seguros sin buscar excusas. 

Nunca descuiden la seguridad, ni en sus planificaciones, ni en sus adiestramientos, ni en su trabajo. Siempre entrenen con seguridad, solo entonces trabajarán con seguridad.

Todos erramos, y entrenar con errores es entrenar el error. 

Cuestiones finales.

Otra insistencia por mi parte:

¿A qué velocidad debo realizar este tipo de ejercicios? 

Jamás correr, realicen sus ejercicios a una velocidad tal que puedan controlar todos y cada uno de los pasos que deban ejecutar. Como les dije unos párrafos antes “lo lento es suave, lo suave es rápido”. 

Partan de una velocidad moderada que les permita identificar sus movimientos superfluos y los obviados. Analicen la ejecución a ese ritmo seguro y sosegado, adquiriendo las habilidades motoras en paralelo a su autoconfianza. 

Su velocidad irá aumentando inconscientemente  de una forma constante, eficaz, precisa y, por encima de todo, segura, tanto en ejecución como en progreso. 

La ya ineludible filosofía táctica y pedante de este viejo tirador.

Un estratega, militar y político (más lo segundo que lo primero) como Charles de Gaulle escribió:

 “… tiene que ser rápido de pies y adaptativo o considerar que su estrategia es inútil…”. 


Y aunque lo escribió para otro ámbito que el que hoy nos ocupa,  resume con bastante eficacia el concepto de sus logros militares y políticos.

¿En que nos atañe esta frase? 

Piénsenlo por un momento, dos situaciones dadas, aun con los mismos implicados, mismo lugar, mismas circunstancias, jamás se desarrollarán de la misma forma. Pequeños imponderables serán los responsables sin duda, pero la mayor razón será la experiencia adquirida de cada uno de los actores, que les hará, sin darse cuenta, modificar su respuesta. 

Básicamente, se adaptarán. 

Los ejercicios de tiro profesional, defensivo, táctico, operativo, policial, etc. llámenle como gusten, en realidad todos son lo mismo en este contexto, deben buscar exactamente eso, adaptación. 

Jamás debemos realizar ejercicios que no pasan de ser meras actuaciones mecánicas por que “siempre hemos entrenado así”. 

Recuerden otra cita de un “tal” Rafael Vidac:

 “Busque aquello que la mayoría considera inalcanzable.

Tendrá menos competencia”.

Cuídense y cuiden de los suyos... y feliz día de tiro.

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