domingo, 10 de noviembre de 2024

Ejercicios de tiro VI. Mickey Mouse Drill con Eduardo de Cobos.

 Ejercicios de tiro VI. Mickey Mouse Drill con Eduardo de Cobos

Por Cecilio Andrade con la inapreciable colaboración de Eduardo de Cobos Abreu.

Un gran amigo en la búsqueda de la excelencia.

Únicamente la repetición metódica y sistemática de procedimientos y secuencias correctas logra convertirlas en instintos y/o reflejos adquiridos que logran los objetivos buscados. Si a este trabajo, detallista, paciente y esmerado, le unimos la capacidad de adaptación, más mental que física, todo puedo perfeccionarse hasta el punto de convertir esos reflejos adquiridos en algo tan sólido como nuestros instintos más atávicos. 

Lo sé, lo sé, lo repito hasta aburrir, el porqué el adiestramiento tiene tal importancia, ya seamos tiradores deportivos, legítimos usuarios o profesionales armados. 

Decir que Eduardo de Cobos es un tirador excepcional es una obviedad, logro tras logro, ya sean mundiales, continentales, nacionales y personales, avalan esa realidad sin duda alguna. 

Mi amigo Eduardo, permítanme presumir de su amistad, es sin duda alguna ese tirador extraordinario, además de un profesional dedicado, maestro esmerado y atento, junto con un investigador de rigor científico, instructor innovador; y pese a todo ello no sería nada sin el grandioso ser humano que es. 

En fin, será mejor que deje de alabar lo obvio o me quedaré sin espacio para describirles una par sendas en busca de la misma meta, a saber, lograr que nuestros sufridos tiradores alcancen la perfección o lo más cercano a ella que se puedan acercar.

Como ya dije, Edu es un tirador excepcional de capacidades más que contrastadas, en mi caso un simple aprendiz con “aires de filósofo táctico”, parafraseando a otra gran persona, profesional y amigo. Ambos tenemos una misma necesidad, o los tres, la de buscar la excelencia, Edu la muestra mientras yo estoy en la senda aún. Mas con las diferencias obvias entre nosotros, en cada proyecto en el que nos implicamos ambos buscamos como meta final esa excelencia evasiva e ilusoria. 

Nos conocemos desde hacei más de dos décadas y desde el principio nos unió el no conformarnos con lo ya trillado, lo ya hecho, lo que “siempre se ha hecho así”, lo “hace Fulanito de bastos” o tal “unidad megacool”. Disfrutamos más con la búsqueda que con la meta, aunque, reconozcámoslo, alcanzarla realmente hace sentir bien hasta al más humilde de los monjes Zen. 


A modo de puesta en línea.

Hoy les describiré el primero de dos ejercicios que ambos desarrollamos en paralelo, sin saber uno de la idea del otro, con objetivos aparentemente diferentes, o eso dirán muchos, pero que en realidad buscan lo mismo, perfeccionar al tirador. Buscando la habilidad técnica para que seres como nosotros, simples Glaber Simiae, controlemos al 100% las herramientas que utilizamos, y no al revés, que estas controlen nuestras acciones, algo que es lo más habitual y común. 

¿O no? 

Dos ejercicios que nacieron de dos mentes distintas, con aparentemente objetivos distintos, con obvias habilidades dispares, pero inquietudes, principios, fundamentos, criterios, metas y alcances más que compartidos. 

Ambos ejercicios tienen tal cantidad de variables, aplicaciones, formas de análisis y de estudio que más parecieran un enorme conjunto de multiejercicios, todos distintos, todos dispares. La verdad no sabría decirles si son un solo ejercicio con múltiples variables, o son muchos ejercicios con una misma o parecida presentación. 

Lo cierto es que da igual como se planteen, si buscáramos una palabra para estos sencillos ejercicios, sencillos de plasmar pero no de ejecutar, sin duda es “adaptabilidad”.

Cadencia de tiro, precisión, control del disparador, del arma, del entorno, de la situación, de las circunstancias específicas, son algunas de las particularidades que ambos ejercicios desarrollan y potencian. 

Como ya es habitual plasmarlo en los trabajos de ambos, que nos salga mal, a propósito o no, puede darnos más información que haciendo un ejercicio perfecto. 

Podemos trabajar en estático, en movimiento, con arma corta, arma larga o ambas, con o  sin tiempo límite, buscando precisión, velocidad, fluidez junto a un muy largo etc.

Les serán muy útiles, estamos seguros de ello.

Veamos los ejercicios Mickey Mouse Drill y y en breve publicaré el Don Pimpón Drill. 

Diviértanse … o no, quizás sufran con ellos.


MICKEY MOUSE DRILL.

Originalmente este ejercicio nació de la mente de Eduardo de Cobos más como una broma, dirigida a los cientos de “YouTuber Shooter” que pululan por la red, que como un ejercicio en si mismo. Pero para una mente inquisitiva nada se desperdicia ni nos deja sin lecciones útiles.

Nada.   


Necesidades.

Muy poco se necesita, un blanco oficial de IPSC y dos microtargets en un soporte adaptado.

La munición necesaria son 16 cartuchos.

Es fundamental un timer o una de las aplicaciones de teléfono tan comunes hoy en día, Eduardo utiliza en este ejercicio IPSCCore. 

Con estos equipos controlamos tanto las secuencias de disparos, los intervalos entre cada disparo, así como el tiempo total. Estos datos nos permitirán por un lado ver los fallos de control mecánico a corregir, y por otro el tiempo total y los parciales invertidos en el ejercicio. 

Con todo ello, entre otros deducibles de los mismos datos, amén de ayudarnos a identificar puntos a potenciar o corregir, también nos permitirán controlar nuestra evolución y la posibilidad de pasar a planteamientos de este ejercicio básico a otros más avanzados y exigentes.

Colocaremos las siluetas en el mismo soporte (ver imagen) a una distancia de 10 metros del tirador.


Ejecución.

Partiendo de arma enfundada y cartucho en recámara, buscamos siempre un par de impactos al centro de masa de cada silueta en el menor tiempo posible. 

El orden para los 16 disparos es:

    • 2 disparos Centro.
    • 2 disparos Derecha.
    • 2 disparos Centro.
    • 2 disparos Izquierda.
    • 2 disparos Centro.
    • 2 disparos Derecha.
    • 2 disparos Centro.
    • 2 disparos Izquierda.
    • En total quedarían:
      • 4 impactos en el microtarget derecho.
      • 8 en el target central.
      • 4 en el microtarget izquierdo.


La definición de Edu para esta cadencia es escatológica y clarísima: 

“Transiciones de fácil a jodido”.  



Pasamos de un blanco grande y fácil a uno micro y difícil, de uno grande donde podemos acelerarnos a uno micro donde debemos obligarnos a tirar del freno para lograr el control y la precisión requeridas. 

Es muy habitual, lo observamos ambos en muchas tiradores, que una vez que comienza la “balacera” se dejan llevar por el arma, cuando son ellos los que deben controlarla en todo momento. Ya saben, el “lado oscuro”, el arma, controla al “lado de la luz”, su propia mente y habilidades.

Lo sé, ambos somos muy frikies, y no nos disculpamos por ello. 

El factor más importante en este ejercicio es controlar la cadencia de tiro mediante el control del disparador y la precisión teniendo en cuenta la diferencia de tamaño de cada silueta. Recuerden la frase que les repito tanto:

“Lo lento es suave, lo suave es rápido”. 


Comentarios y recomendaciones para la correcta ejecución.

Nunca realicen ejercicio alguno a una velocidad que no les permita controlar su arma y a Uds. mismos. Si corren en exceso y sin control eficaz en entrenamiento, ¿cómo lo harán bajo agresión y con estrés? O como también les diría Eduardo en este caso ¿en competición?

Un ejercicio correcto implica que los 16 disparos, dos al centro de masa de cada silueta antes de pasar a la siguiente, fluyan en lapsos de tiempo equivalentes de cada secuencia a la siguiente. Incorrecto se puede considerar cuando se detecten pares de disparos a la misma silueta (grande versus microtargets), par-lapso-par-lapso-par…, con diferencias de tiempo identificables. 

Debemos conseguir una secuencia continua repetible, eso demostrará nuestro control sobre el disparador. Unido al control del arma al desplazarse de silueta en silueta nos dará muchos datos sobre nuestra técnica personal y como la aplicamos.

Pese a lo anterior, y esto es una opinión personal, no es desdeñable el realizar un primer ejercicio con pares controlados, identificables y conscientes, para tener una actuación de contraste y referencia. Como dije, hacer las cosas de forma menos correcta en este ejercicio nos puede dar muchos datos útiles, con los que conseguimos un punto de partida para deducir posibles intervalos y cómputos totales. 

Lo cual nos lleva a la necesidad “sine qua non” del uso del timer para controlar los tiempos parciales y totales.

El ejercicio debe realizarse dos veces seguidas, en la forma que se decida, para poder identificar la homogeneidad en su ejecución, sea esta más o menos correcta. De esta forma podremos contrastar que una determinada acción se repite de manera consistente y forma parte de nuestro procedimiento de actuación. Que esa acción sea correcta o no entra dentro de la fase de estudio, la repetición solo ayuda a identificar homogeneidad y reproducción sistemática de una acción o acciones.

Antes de continuar recuerden algo que ya comenté en artículos precedentes, pares muy rápidos por objetivo suelen implicar cambios de objetivo muy lentos.

Es un ejercicio fácil de plasmar y plantear pero difícil de ejecutar, como ya dije, incluso en esta forma elemental. Su misma facilidad de planteamiento lo hace tan difícil. Al no requerir movimientos especiales, posiciones, cambios, modificar sobre la marcha, mentalmente lo catalogamos como fácil, rutinario incluso. Hasta que las acciones de nuestro dedo, manos-brazos y coordinación con la vista nos demuestran que quizás no los controlamos tanto ni tan bien como creíamos. 

De “puro fácil” es un gran ejercicio para controlar nuestro ego de tiradores profesionales capaces de las mayores “proezas”. Lo cual es bueno, nos abrirá la mente a muchas opciones y perspectivas que nuestros “éxitos” quizás enmascaraban.


Formas de puntuación.

La idea original de Eduardo es utilizar App´s como les comenté, en base al tiempo empleado con los 16 impactos en sus respectivas siluetas. El lo hizo en 4.74”… Uds verán si lo superan.


Si gustan de emplear una puntuación más de “andar por casa” le sugeriré dos posibilidades, que le parecieron perfectas a Edu, para evaluaciones de tiradores operativos y/o defensivos.

La primera se basa en simplemente asignar 1 punto por disparo y un máximo por ejercicio de 16 puntos. Disparo fallado implica restar un punto. Simple.

La otra sugerencia fue en base a tiempos:

Tiempo

Valoración

+10”

Necesita más entrenamiento

Entre 8” y 10”

Aceptable

Entre 6” y 8”

Bueno

Entre 4” y 6”

Muy bueno

- 4”

Excepcional


Disparo fallado implica una penalización de +0.25”.


Variaciones, avances y dificultades.

Aplicadas por Eduardo de Cobos.

    • Emplear 15 cartuchos en secuencias de 3 disparos en el mismo orden de blancos.
    • Cambio de mano.
    • Con desplazamiento lateral.


Sugeridas por Cecilio Andrade.

    • Cambio de mano tras cada secuencia de tres blancos.
    • Cambio de cargador tras cada secuencia de tres blancos.
    • Buscar alcanzar solo las zonas “A” de las siluetas.
    • El tirador se coloca en un lateral en lugar de en el frente de los blancos, en oblicuo derecho o izquierdo, sin moverse. La variación de distancias y ángulos es bastante importante.
    • Realizar el mismo ejercicio con arma larga.
    • Realizar una secuencia de tres blancos con un arma, por ejemplo subfusil/fusil, para tras una transición “regresar” con la pistola. O viceversa.
    • Variaciones del punto anterior, con movimiento lateral u oblicuo del tirador, pueden ser:
        • Comenzar el avance y regresando con la misma mano u hombro,
      • Comenzar el avance y regresando con la misma mano u hombro.
        • Cambiando de mano u hombro, primero con una y regresar con otra.
        • Cambiando de arma, igualmente comenzar con una y regresar con otra.
        • Variar el lado de comienzo del movimiento.
    • Distracciones, sonoras, visuales, interrupciones, cambios de cargador, combinaciones varias, para comprobar que puede mantener o recuperar la fluidez de la secuencia de disparos deseada.
    • Combinaciones varias de todo lo anterior.
    • Todo aquel añadido que su experiencia y habilidades consideren necesario sin desvirtuar el espíritu de este ejercicio.


SEGURIDAD, SEGURIDAD, SEGURIDAD.

Siempre les recordaré el tema del control de la desactivación y activación del seguro manual del arma o armas que empleemos, insisto por su importancia, lamento ser tan aburridamente repetitivo en algunos temas, pero la seguridad bien lo merece.

En los ejercicios con armas combinadas no es simplemente aconsejable, es ineludible, antes de pasar a otra arma asegurar la que empuñemos en ese momento. Si empezamos con fusil y realizamos una transición a pistola, aseguramos el fusil antes, para una vez realizado el/los disparos con la pistola la aseguramos a su vez (si tiene seguros externos) antes de enfundarla y proceder a tomar el arma larga. 

Y esto no es aconsejable, no es recomendado, no es opcional, es... obligatorio.

Nunca utilicen la frase cinematográfica de “el seguro es mi dedo”, ea misma que de vez en cuando se escucha en labios de determinados tiradores. Poquísimos profesionales conozco que se consideren tan “seguros” como para aplicarles esa frase. Lo crean o no, la mayoría de los mejores y más capaces profesionales, Eduardo de Cobos es uno, usan los seguros sin buscar excusas.

Todos erramos, y entrenar con errores es entrenar el error. 

Nunca descuiden la seguridad, ni en sus planificaciones, ni en sus adiestramientos, ni en su trabajo. 

Entrenen con seguridad, solo entonces trabajarán con seguridad.


CUESTIONES FINALES.

¿A qué velocidad debo realizar este tipo de ejercicios? 

Sin correr, a una velocidad tal que puedan controlar todos y cada uno de los pasos que deban ejecutar. 

Repítanse siempre como si fuera una oración o un mantra: 

“Lo lento es suave, lo suave es rápido”. 


Partan de una velocidad moderada que les permita identificar sus movimientos superfluos. Los olvidados y los incorrectos. 

Analicen la ejecución a ese ritmo seguro y sosegado, adquiriendo las habilidades motoras en paralelo a su autoconfianza. 

Su velocidad irá aumentando inconscientemente  de una forma constante, eficaz, precisa y, por encima de todo, segura, tanto en ejecución como en progreso. 

Lo crean o no, Yoda lo dijo y Edu lo corrobora con un tono y acento idéntico: 

“Lento has de ser, 

suave entonces serás 

y rápido te verás”.


Debo dejar el café, sin duda me hago cada día más frikie con la edad.

Por cierto, en breve comentaré mi versión de la misma senda de tiro que nos acaba de definir Edu, el Don Pimpón Drill.

En fin, ya saben, cuídense y cuiden de los suyos… y que la Fuerza les acompañe.


Escrito originalmente en Enero 2019 en algún lugar de Mesoamérica... 

reescrito en Los Ángeles de San Rafael, Segovia, España, Noviembre 2024.

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