La Voluntad de aprender... la clave personal.
Por Cecilio Andrade.
La principal clave para que haya aprendizaje, es la voluntad de hacerlo, ya que aprender es una decisión personal e intransferible.
¿Es posible aprender por otro?
¿Es posible obligar a que alguien aprenda?
¿Quién puede asumir el rol de aprendiz?
¿Necesitan que conteste por Ud´s?
Para que las acciones se realicen antes de actuar hay dentro de cada uno pensamientos y emociones basados en la personal percepción del mundo. A esos pensamientos y emociones previos a la acción es a lo que llamo “Actitud”. Un estado interno que provoca consecuencias en el actuar, siendo por tanto una “disposición de ánimo que se manifiesta”, o lo que es lo mismo, sin la adecuada disposición las cosas no suceden.
Por todo ello el líder y formador como conductor y/o facilitador del proceso de aprendizaje, debe aprender a crear las condiciones indisolubles del proceso de aprendizaje, primeramente en si mismo, como eterno alumno, tales como atención, interés, trabajo, compromiso, persistencia y curiosidad, entre otros muchísimos factores que lleven a la Actitud idónea para la toma de la Decisión de Aprendizaje.
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica:
LA VOLUNTAD.”
Albert Einstein.
Aunque las diferencias entre competencia, capacidad y habilidad pueden ser difíciles de ver, lo cierto es que son conceptos trascendentales en cualquier área del saber humano, por lo que espero que me permitan que use la RAE, ya me conocen respecto a usar las referencias más correctas, para definir los tres términos así como mi particular interpretación de los mismos respecto a nuestro campo específico del liderazgo y la instrucción armada:
Capacidad:
- RAE: Oportunidad, lugar o medio para ejecutar algo, y la amplía específicamente en la referencia de “capacidad de obrar”, como la aptitud para ejercer personalmente un derecho y el cumplimiento de una obligación.
- Para líderes, mentores e instructores la defino como las circunstancia o conjunto de condiciones, cualidades o aptitudes, especialmente intelectuales, que permiten el desarrollo de algo, el cumplimiento de una función, el desempeño de un cargo, por nombrar algunas de las cuestiones a tener en cuenta.
Habilidad:
- RAE: En sus tres definiciones principales tenemos que es la capacidad y disposición para algo, así como la gracia y destreza en ejecutar algo que sirve de adorno a la persona, para rematar con cada una de las cosas que una persona ejecuta con gracia y destreza.
- Para nosotros es la aptitud de una persona para hacer una cosa correctamente y con facilidad, de forma fluida, suave y aparentemente si apenas esfuerzo.
Competencia:
- RAE: Pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.
- En nuestro caso, entre otros muchos también, son aquellas características individuales como motivación, valores, personalidad, entre otras, que permiten a una persona desempeñarse óptimamente en su trabajo.
Ya podemos ver con todas estas definiciones las más que evidentes diferencias entre competencia, capacidad y habilidad.
La diferencia principal entre capacidad respecto a habilidad y competencia hace referencia a si alguien puede o no llevar a cabo una tarea o labor. Si una persona es capaz de realizar algo es que posee la habilidad y competencia. Si todavía no es capaz de realizar algo, pero sí posee el potencial para aprender a hacerlo, entonces tiene la capacidad.
Como vimos, habilidad es cuando una persona es capaz de realizar una tarea, mientras que competencia es cuando esa tarea se realiza con experiencia y conocimiento, haciendo referencia al nivel, es decir, a cómo de bien se realiza una determinada tarea.
Imaginen una pirámide donde la base la forma la capacidad, el centro de la estructura es la habilidad, unidas ambas por la argamasa del potencial de aprender; y la cúspide la conforma la competencia, unida a la habilidad merced de la capacidad de hacer.
En resumen, si alguien es capaz de llevar una tarea a cabo, hablamos de competencia y/o habilidad, si no es capaz, estamos hablando únicamente de capacidad. Hay que tener en cuenta el hecho de que todo el mundo tiene cierta capacidad para aprender y desarrollarse, lo cual no significa que todos tengan capacidades para todo. Todas las personas se distinguen por algún tipo de destreza innata, pero no todas poseen la misma capacidad para las mismas actividades.
Tras lo expuesto está claro que la distinción entre habilidad y competencia es mucho más sutil que las diferencias que existe entre capacidad y competencia, que se sustentan en cómo se realizaría esa tarea. Si una persona realiza la labor considerando y teniendo en cuenta la importancia de la tarea, tratando de mejorar y buscando un desempeño óptimo, es que estamos hablando de competencia. Si una persona simplemente se dedica a la realización de la tarea, hablamos de habilidad. La competencia hace a una persona eficaz, cualificado, especialista... competente, pero con únicamente la habilidad no lo lograremos.
Como líderes, mentores e instructores lo mejor es buscar un equilibrio entre los tres conceptos: competencia, capacidad y habilidad. Es muy importante tener en cuenta la capacidad de crecimiento, que viene dada por la combinación y equilibrio de los tres conceptos principales que estamos tratando el día de hoy.
Las competencias y habilidades marcan el presente de la persona, y las capacidades marcan su futuro y potencial de desarrollo.
Así que, ya saben, señoras y señores, con dedicación a la instrucción propia, tanto para su propio crecimiento como el de sus alumnos, han de tener en cuenta guardar ese necesario equilibrio entre sus capacidades, competencias y habilidades.
Cuídense y cuiden de los suyos.
1 comentario:
Buenas a todos; equanime columna y bien redactada cono para que haya segunda parte.. .
expertisse que le llaman.
muy amable .. .
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