domingo, 4 de febrero de 2024

Menú para hoy... ensalada completa... circos, ejercicios de tiro, youtubers, ciclo OODA y pensar... buen provecho.

Menú para hoy... ensalada completa... circos, ejercicios de tiro, youtubers, ciclo OODA y pensar... buen provecho.


Por Cecilio Andrade

Muchas veces escucho y leo que es imposible entrenar todo lo que un enfrentamiento exige, y que para poder hacerlo mínimamente bien hay que enfrentarse al malo muchas veces, que solo un instructor que haya visto el cuerno del toro rozarle puede acercarse a plasmar mínimamente lo que se necesita para sobrevivir. Pero... permítanme una pequeñísima reseña de preguntas, y tan solo por plantear algunas de las miles de cuestiones que surgen:

1º- ¿Realmente es esto cierto?
2º- ¿Es en alguna medida correcto?
3º- ¿Cuántos instructores han estado de verdad en la delgada línea roja
4º- ¿Qué tan difícil es diseñar entrenamientos que agudicen las capacidades que permitirán maximizar las posibilidades de supervivencia?
5º- ¿Se necesitan medios técnicos de última generación para lograrlo?
6º- ¿Hay ejercicios de galería que ayuden a sobrevivir? 

En casi todas mis clases y seminarios, de una forma u otra, surge este tema, y la respuesta es siempre un rotundo , tanto por partes como en conjunto, se puede lograr. Lo cierto, por más que a muchos les suena a filosofía barata, es que querer es la mitad de poder, la otra mitad es saber lo que se quiere lograr y cómo alcanzarlo.

No se requiere equipaciones caras, ni escenarios o escenografías inmensas, rebuscadas y circenses, ni tragarse miles de minutos de YouTube “tactic-circus”, tratando de discernir si el protagonista del videoclip pretende emular al malabarista, al domador de fieras o simplemente al payaso. Es necesario entrenar capacidades que ayuden a regresar a casa por el propio pie e intactos, para lo cual tan solo piensen:

- ¿Qué capacidades se deben generar y/o ampliar para mejorar? 

Usen la antiquísima, y desgraciadamente para muchos misteriosa, técnica de leer, analizar, investigar, probar, evaluar, volver a probar, contrastar y repetir todo de nuevo. Técnica no por más lógica, comprobada y milenaria es más usada hoy en día.

Siempre pretendo, otra cosa es que lo logre de forma coherente y clara, diseñar ejercicios sencillos y eficaces para entrenar de la forma más realista posible, no solo con el uso de munición viva, si no por sus aplicaciones en un enfrentamiento, así como por todas las posibilidades de ampliación y perfeccionamiento que puedan ofrecer con mínimas modificaciones. 

Uno de los ejercicios que aplico es tan antiguo, en distintas formas y usos, como el empleo de armas de proyectiles por la humanidad. Existen muchas adaptaciones y por ello se le ha denominado de distintas formas, unas veces por motivos prácticos y descriptivos, otras por cuestiones más ególatras. Lo cierto es que para no ser menos lo he bautizado también, en mi caso desde un punto de vista práctico y descriptivo, buscando mejorar las capacidades de observación, orientación, decisión y actuación a la hora de usar, o decidir no usar, un arma de fuego. Es por ello que lo denominé simple y llanamente “Ejercicio OODA”.

Es muy común observar ejercicios en los cuales tiradores se sitúan de espaldas al blanco y a una señal determinada, normalmente un pitido, giren desenfundando raudos y veloces logrando antes de terminar el giro estar disparando, con una eficacia impecable si es para Youtube u otro medio. ¿Es esto aplicable técnica, legal y éticamente al mundo real

Ciertamente existen casos en los cuales no solo es real si no que es imprescindible para lograr una mínima probabilidad de supervivencia, y por otro lado también es un buen entrenamiento de respuesta motora inmediata y precisa. Ahora, profesionales armados y legítimos usuarios, ¿se imaginan escuchar una voz de alarma para instantáneamente girar mientras desenfundan y dirigen su arma al bulto situado a su espalda? Y hablo solo de apuntar, ni comento sobre dispararle.

Ya estén mirando su Smartphone de última generación, en condición blanca, o pendientes de su entorno y vigilantes, condición amarilla o naranja, lo natural es girar primero la cabeza para Observar que ocurre; tras lo cual el cerebro se Orienta y deduce que está ocurriendo; con dichos datos Decide cual debe ser la respuesta más correcta y eficaz; para, por último, Actuar. Que dicha Actuación sea más o menos veloz y efectiva es otra cuestión.

Guste o no, lo crean correcto o no que siempre actúan así, el cerebro realiza dicho ciclo de forma automática e innata. Si esto no ocurriera no quiero ni imaginar la de transeúntes que serían baleados en las calles de cualquier urbe como consecuencia de una reacción de susto, giro y disparo por…. el petardeo de una moto con el tubo de escape atorado. 

Natural e instintivo es ver antes de actuar, todos giramos la cabeza ante algo imprevisto. Lo coherente, lo legal, lo ético y humano, amén de lo instintivo por evolución, es saber con exactitud a qué se ataca, y si se debe o no atacar, así de simple. Es por ello que este ejercicio ayuda a mejorar las habilidades de observación y actuación definidas bajo el acrónimo OODA.

Por cierto, en un enfrentamiento no hay silbatos, pitidos ni nada similar que haga que un cerebro decida actuar. Lo más cercano serán algunas voces y/o, en el peor de los casos, disparos. Por ello recomiendo el timer únicamente como herramienta de apoyo para reconocer mejoras y avances, o retrocesos, no como prueba maravillosa de lo rápido que disparamos ante los espectadores de Youtube.

La necesidad de adaptabilidad y equilibrio.

Ya empleemos armas largas  o cortas, de corte o de impacto, improvisadas o de circunstancias, existe la necesidad sine qua non de adaptabilidad y equilibrio frente a la necedad del "integrismo táctico" o del "tactic cool", tan de moda desgraciadamente. Es por ello que les ruego me permitan una de mis "filosofadas".

Los guerreros verdaderamente invencibles, antes de ninguna otra cosa, se hacen hábiles, esperando, buscando y provocando que el adversario sea vulnerable. Vulnerabilidad que nunca depende de uno mismo, si no de la aptitud y actitud de ese adversario. Lo cual demuestra que es posible lograr una habilidad aparentemente invencible pero jamás conseguir estar seguros de generar vulnerabilidad  en el adversario ni la invulnerabilidad en nosotros. 

¿Importa mucho este trabalenguas pseudo-filosófico? Creo que sí, se puede saber cómo actuar para ganar, pero ese “saber” no garantizará irrevocablemente la victoria. 

Con seguridad estarán pensando que ya me pongo demasiado pesado con más “filosofadas”, que mejor haría simplemente en explicar cómo moverme, actuar y que técnicas marciales son mejores. Lo cual es una lástima… lamento decir que no creo que existan técnicas invencibles que les garanticen el 100% de posibilidades de supervivencia en toda situación. Creo, eso si, en la adaptabilidad que dará las mayores probabilidades de superar todos los escollos que el adversario, o adversarios, sean capaz de poner en la palestra. 

De eso trata este artículo, de la aplicación de todas las técnicas posibles para superar esos escollos. La palabra del día es adaptabilidad, lo de aburrirles es cosa del autor que suscribe.

Decir que el equilibrio es uno de los factores primordiales, si no el más importante, en el combate, es una obviedad para casi todo el mundo. Hacer perder el equilibrio al enemigo fue un máxima de Alejandro Magno, Aníbal, Julio Cesar, Gengis Khan, Yi Sun Sin, Saladino, Guderain, Patton, entre otros muchos grandes estrategas y tácticos de la Historia. Y eso haciendo referencia a grandes batalles y ejércitos, pero lo cierto es que para un artista marcial tradicional o moderno, y da igual que sea de esgrima, boxeo, Aikido, Karate, Kungfu, Muay Thay, Krav Magá, MMA, y un enormemente largo etcétera, también busca eso mismo, desequilibrar a su oponente.

Desde lo muy grande a lo individual el equilibrio es lo que se necesita destruir para vencer a todo adversario. Equilibrio que puede ser tanto físico como mental y/o emocional. Los mejores estrategas, tácticos y luchadores lo saben, como también lo saben muchos tiburones de los negocios. 

¿Y a los operadores armados? ¿de qué les sirve todo esto del equilibrio

Sencillo, además de buscar el equilibrio físico empuñando las armas, es necesario buscar el equilibrio técnico, conociendo todas las herramientas, técnicas y procedimientos, sus utilidades, sus beneficios, pero también sus desventajas. Donde darán más beneficios y donde entorpecerán. En definitiva… ¿Adaptación?

En la época que nos toca vivir, quizás en todas realmente, lo absoluto es casi una obligación, si nos gusta tal serie televisiva, debemos despreciar esa otra, si nos gusta el bourbon de Kentucky, el de Texas debe ser basura, dejaré aparte el champaña y cava para no escocer a nadie, y si es cuestión de deportes y política mejor cambio de tema. 

Por desgracia, en el trabajo del profesional armado la dinámica no es distinta. Los usuarios de Weaver desprecian a los de la isósceles,  ambos a los de la CAR, estos últimos a todos los demás, y así hasta el infinito. Con el arma larga existe de un tiempo a esta parte la misma tónica respecto a dónde y cómo va la mano y brazo  de apoyo, que si recogida, que si completamente estirada o mejor en posiciones intermedias. Si hablamos de posición Sul, Sien o frontal podemos llegar al linchamiento.

Pues bien, mi concepción es muy simple, todas las posiciones tienen sus puntos fuertes y sus debilidades; situaciones donde destacan y donde son inaplicables o cuando menos no tan eficaces como sería de desear; diseñadas para casos y situaciones específicas se pretende convertirlas en técnicas absolutas, incluso a costa de hacerles perder su eficacia en el terreno para el que fueron realmente diseñadas y estudiadas.

Personalmente empleo, y recomiendo, todas las posiciones posibles según la situación en la que me encuentre, las estrujo hasta la última gota de su eficacia, e intento, si lo logro o no es otra cuestión, reducir sus deficiencias. Ello me permite adaptarme a todas las variables que el mundo real acumula en torno al trabajo del operador armado. 

La adaptación, como comenté hace varias lineas, y en casi todos mis escritos y conferencias lo repito, debe ser el mantra de todo trabajo con armas. Adaptarse a todo y adaptar las técnicas a ese todo, solo así es posible garantizar un porcentaje alto de supervivencia, ya que por desgracia solo es factible hacer eso, ampliar porcentajes. 

Por desgracia la suerte y el caos también están presentes en la ecuación, y solo podremos minimizar sus efectos con confianza, estudio, trabajo, entrenamiento, criterio, habilidad, análisis serio y, sobre todo ello, honradez para nosotros mismos y nuestras deficiencias.

Después de todo es una palabra que define una virtud, adaptación.

Brazo de apoyo, posiciones "vistosas" y agotamiento muscular.

“El campo de las Artes Marciales abunda particularmente de esgrimas vistosas, con popularización comercial y aprovechamiento (…) La consecuencia de esto es que (…) las Artes Marciales de aficionados son origen de grandes heridas”. 

Bonito párrafo ¿verdad? Pareciera extraído de algún artículo de cualquier artículo de web o blog tan en boga en estos tiempos. Lo cierto es que fue escrito en 1643 por Miyamoto Musashi. Podrán localizar infinidad de textos similares de muchos autores y épocas, ya que es algo intrínseco al ser humano, y por ello nada nuevo independiente de la época, sociedad y/o culturaquién esté libre de pecado que tire la primera piedra... o haga el primer disparo.

Es por ello que analizar, contrastar, evaluar, probar  y, en definitivas cuentas, pensar, es el verdadero arsenal que se necesita, ya que después de todo ¿cuál es la más poderosa de las armas que posee el ser humano si no su propio cerebro?

En muchos artículos, ensayos y seminarios comenté el cansancio como un factor a considerar, y seguro que muchos pensaron algo como “eso demuestra que es un mal operador y no entrena lo suficiente” o “eso se arregla entrenando hasta que no notes el cansancio”. 

Sobre el primer comentario es cuestión de egos y  dejaré su estudio a otros profesionales mejor preparados. 

Sobre lo segundo, lamento decir que es uno de los errores más comunes, olvidar que los músculos tienen límites aun siendo la persona más fuerte y en forma del mundo. 

El estrés, con su coctel químico, enzimático y hormonal, aumenta la fuerza y respuesta a corto plazo, pero a mayor esfuerzo y duración del mismo esta capacidad no solo desaparece, si no que nos deja con unas capacidades extremadamente mermadas y muy por debajo de lo necesario para sobrevivir si es necesario actuar a largo plazo.

El cuerpo ha trabajado a máxima capacidad y pasa factura, por ello, tras una acción armada, se sufren dolores musculares sin razón aparente. Pregunten a los fanáticos de los vehículos de carreras, ¿qué ocurre con un motor potente si además de la mezcla de gasolina le añadimos oxido nitroso de forma continuada? Pues ese mismo motor son Uds. operando con estrés. Guste reconocerlo o no, nadie está libre de ese agotamiento, y si bien el entrenamiento físico retarda su aparición, una combinación correcta y adaptada de técnicas ayudará a retardarlo mucho más, permitiendo actuar más tiempo sin ver mermadas en exceso las propias capacidades.

Otro punto que habrán notado son los conceptos mano o brazo de apoyo y principal, me consta que muchos emplean otros términos como mano/brazo débil y fuerte, hábil y tonta, o simplemente derecha e izquierda. En mi caso analizo mucho el tema subconsciente, y este tiene un sentido del humor nulo, por lo que decirle a una parte de nuestra anatomía cosas como débil, torpe o tonta, es simple y llanamente convertirlo en realidad. Usen siempre términos positivos para describir, les ayudará a sacar mejor uso de ese miembro.

Por otro lado, la supuesta mano tonta, torpe o débil, hace.… veamos que recuerde, acerroja el arma, cambia cargadores, subsana interrupciones básicas, dirige y alinea el arma, soporta su peso…. ¿se me olvida algo? 

Y mientras la mano principal ¿qué hace?, manipula el selector de tiro, el reten del cargador, dispara, mantiene el arma larga apoyada en su lugar del hombro. 

Visto así, de verdad creen que esas definiciones negativas de la zurda ¿se ajustan a la realidad? Lo de derecha e izquierda no lo uso ya que el 13% de la humanidad varón es zurda natural, en el caso de las féminas el 9%, por lo que prefiero aplicar el concepto general de mano o brazo principal y de apoyo, para que cada cual emplee la definición que a su particular lateralidad corresponda.

- El codo del brazo de apoyo debe estar lo más cerca posible de la vertical del arma sin que resulte incómodo o forzado, recuerden de nuevo un artículo anterior sobre ello.
- Desde esta posición resultará relativamente fácil cambiar de objetivos con ligeros toquesempujando o tirando de la linea de tiro, lo cual es mucho más cómodo, sencillo, eficaz, seguro, rápido y preciso que rotar todo el tronco superior.
- La dirección general del brazo debe dirigirse hacia el objetivo, volviendo a no tomar una posición forzada ni tensa, sin obligarnos a forzar articulaciones ni músculos.
- El codo no debe levantarse ni aletear, aunque en algunas posiciones no apuntara hacia abajo si no a un costado, aun así mantendrá la dirección definida por el hombro, codo y mano respecto al arma y el objetivo a batir.
- No debe ejercerse una excesiva fuerza de agarre ya que esto genera temblores en la alineación del arma, además de una pérdida más rápida de capacidades motoras por  agotamiento muscular.

Y todo esto solo en líneas generales…imaginen entrar en detalles.

Cuídense y cuiden de los suyos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaja, las veces q me habrán dicho q manejar varias posiciones, dependiendo de la situación, no es correcto.

Anónimo dijo...

Precisa disección del tema.
Felicidades.

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